Las 11 playas más bonitas de la Costa Brava en España
Primero, la mejor noticia: si está de vacaciones en la zona de Begur, en la Costa Brava, no le faltará donde elegir en lo que a playas se refiere.
La ciudad costera de Begur, en la provincia de Girona, no sólo tiene un encantador casco antiguo, una excelente gastronomía con bares de tapas y pequeños restaurantes, encantadoras vistas y una amplia gama de actividades, sino también una abundante selección de playas muy diferentes en las inmediaciones.
Se puede llegar a diez playas en menos de 15 minutos en coche, y a otras innumerables en menos de media hora. Dado que las diversas playas de la Costa Brava satisfacen una amplia gama de requisitos, todo el mundo encontrará aquí su playa favorita personal. Tanto si busca aventura, actividades deportivas o un entorno pintoresco, la variedad de playas cerca de Begur no deja nada que desear.
En esta zona, la costa es una emocionante mezcla de escarpados acantilados y pequeñas bahías sin viento con muchas y acogedoras playas de arena. Puede llegar a ellas en coche, en autobús lanzadera, en bicicleta o a pie por rutas de senderismo señalizadas.
Como hay tantas formas de disfrutar de un día de playa perfecto en la encantadora zona de Begur, no hemos podido decidirnos por un ganador. Venga y juzgue usted mismo.
1. Platja del Racó (10 Min. en coche, 4,4km)
Al norte de Begur hay una larguísima playa de arena fina, de 4 kilómetros en total, dividida en varios tramos. La parte norte se conoce como Platja de Pals, la sur como Platja del Racó.
Patja del Racó es una de las playas más populares de la zona y ofrece a los turistas una amplia oferta gastronómica y de ocio: En el Racó encontrarán de todo, desde una barbacoa o un bar lounge hasta alquiler de motos acuáticas y escuelas de surf, pasando por un parque acuático hinchable para niños y adolescentes, para que un día de playa esté lleno de variedad. Toda la zona está vigilada por socorristas.
En Racó se pueden alquilar sillas de playa y sombrillas, hay aseos públicos, duchas, diversas instalaciones gastronómicas, instalaciones deportivas como campos para voley playa y numerosas posibilidades de aparcamiento en las inmediaciones.
Esta playa está especialmente recomendada para personas con discapacidad: Los aseos adaptados para sillas de ruedas, las duchas, las plazas de aparcamiento e incluso el acceso al agua asistido por la Cruz Roja (¡reserve con antelación!) hacen posible aquí el descanso sin barreras.
2. Platja de Pals (13 Min. en coche, 6 km)
Platja de Pals es una de las playas naturales más bonitas y tranquilas de los alrededores de Begur. Con varios kilómetros de longitud, se une a la más animada Platja del Rocá y se extiende hacia el norte hasta el hermoso y virgen estuario del río Ter que desemboca en el mar.
Cuanto más se camina hacia el Ter, más solitaria y virgen se vuelve esta hermosa playa de arena dorada, con pequeñas dunas y calas. La parte baja de Platja de Pals linda con una reserva natural, en el extremo norte hay edificios bajos, por lo que no tendrá que contemplar enormes “castillos de camas” mientras disfruta de la naturaleza.
En la amplia franja de arena hay espacio suficiente para esparcirse y dejar jugar a los niños. Los extensos tramos de playa poco profunda invitan a nadar y a practicar windsurf.
Nota: Al tratarse de una playa en gran parte virgen, no hay servicios ni instalaciones para visitantes en forma de duchas, restauración o tumbonas. Las plazas de aparcamiento en la zona también son limitadas, por lo que deberá llegar con tiempo o utilizar un medio de transporte alternativo.
3. Platja de Illa Roja (10 Min. en coche, 4,4 km)
Al sur de Platja del Racó, en una escondida cala rocosa, se encuentra Platja de Illa Roja, la “playa de la isla roja”. En efecto, una roca rojiza trepadora se eleva fuera del agua en medio de la bahía y proporciona a la pequeña sección de playa una sombra muy solicitada.
Importante saberlo: Esta playa es una de las playas nudistas más bonitas de la Costa Brava, el baño naturista es una tradición aquí.
El enclave, antaño privilegiado, cuenta desde hace algún tiempo con un moderno chiringuito que, lamentablemente, ya ha adquirido notoriedad local por sus precios desmesuradamente elevados. Si le entra hambre mientras se baña, le recomendamos un paseo de 14 minutos hasta la adyacente “Platja del Racó”, donde hay varios cafés y restaurantes recomendables.
4. Platja Sa Riera (7 Min. en coche, 3,3km)
La Platja Sa Riera es una playa relativamente corta pero muy amplia en la pequeña bahía de Sa Riera que le da nombre. Es fácilmente accesible desde el paseo marítimo a través de unos pocos escalones poco profundos y ofrece las condiciones ideales para un día de playa, especialmente con niños pequeños, debido a la poca profundidad de la entrada de agua, la situación clara de la playa y la suficiente superficie.
La hermosa vista de las rocas boscosas en el lado oeste, la arena fina, el agua cristalina y el alquiler de embarcaciones en la parte este hacen que este lugar parezca idílico incluso en temporada alta. En Paltja de Sa Riera se pueden alquilar hamacas y sombrillas, lamentablemente no hay duchas públicas, pero la gastronomía de los alrededores es fácilmente accesible y variada. A pocos metros a pie, encontrará muchas tiendas para las necesidades diarias, así como algunas boutiques, tiendas de playa y de recuerdos. El aparcamiento en la zona es limitado, por lo que se aconseja llegar pronto.
Durante la temporada, la playa está vigilada diariamente por socorristas.
5. Platja de Sa Tuna (11 Min. en coche, 4,9 km)
La Platja de Sa Tuna es una experiencia en sí misma. Si busca la sensación vacacional de los años 60 y 70, aquí la encontrará: en la pequeña bahía con playa de piedras, puede pasar un día deliberadamente romántico rodeado de bonitas casitas de colores de construcción típica catalana, que se acurrucan en las laderas densamente arboladas. Lugareños y turistas iniciados se mezclan entre pequeñas barcas blancas para disfrutar de la hermosa vista o aventurarse en un espectacular paseo por los acantilados. Algunos bonitos restaurantes y pequeñas tiendas en las inmediaciones completan la diversión de un baño apartado y nostálgico.
Hay un amplio aparcamiento a 300 o 500 metros, en la calle del Rec de Sa Tuna.
Consejo: A pie o en canoa, se puede llegar a la cercana Cala S’eixugador, una pequeña bahía encantadora con vistas espectaculares, ideal como lugar de picnic u oasis de relajación en medio de la naturaleza rocosa.
6. Platja Fonda (7 Min. en coche, 3,3 km)
Platja Fonda, al sur de Begur, es un tramo de playa muy escondido de unos 150 metros de largo, en una bahía tranquila y soleada rodeada de altísimas rocas escarpadas. La playa es de color gris claro con pequeños guijarros, el agua cristalina, azul turquesa brillante y muy poco profunda.
Hay que esforzarse un poco para llegar a esta joya del relax: desde el aparcamiento de pago, hay que bajar un centenar de escalones por los escarpados acantilados hasta llegar a la platja.
Si quiere relajarse aquí, asegúrese de traer sombra, comida y mucha agua, porque en esta playa virgen no hay tiendas ni restaurantes. Desgraciadamente, ya se ha corrido la voz de la impresionante belleza de este lugar, por lo que ya no estará solo aquí durante la temporada alta de julio y agosto.
Consejo: Desde la playa, en dirección al puerto, sale un bonito sendero sombreado por el que se puede pasear. Desde aquí se llega a una particularidad: una balsa de agua casi natural, una especie de piscina excavada en la roca, a la que se accede por una pequeña escalera. Desde aquí podrá disfrutar de una magnífica vista de la bahía y el mar mientras se baña.
7. Platja de Fornells (9 Min. en coche, 4,7 km)
La Platja de Fornells está formada por varias calas pequeñas en un pintoresco tramo de costa surcado por rocas.
Importante: aquí no hay playa de arena ni de guijarros, sino principalmente accesos acuáticos asfaltados (donde, por supuesto, está permitido tomar el sol). Debido a la profundidad del agua y a la fauna marina que se despliega bajo ella, Platja de Fornells interesa sobre todo a quienes gustan de pasar su tiempo de ocio detrás de unas gafas de bucear. Las emocionantes vistas submarinas y la abundancia de peces hacen de Fornells un lugar ideal para excursiones de buceo y snorkel.
En las inmediaciones hay restaurantes, tiendas y aparcamiento. Para secarse, le recomendamos un paseo por la exclusiva zona de villas de Fornell.
Atención: Debido al puerto de embarcaciones pequeñas de nueva construcción, es posible que haya que respetar algunas restricciones.
8. Platja d‘Aiguablava (9 Min. en coche, 4,9 km)
La pequeña playa d’Aiguablava es especialmente encantadora por su ubicación en una bahía protegida con aguas muy poco profundas que se calientan rápidamente y son ideales para el baño, sobre todo para los niños pequeños.
El paisaje montañoso que la rodea, poblado de pinos silvestres, sigue estando en gran parte sin urbanizar, por lo que se puede disfrutar de la impresión de idilio natural cuando se contemplan los acantilados del Cap de Begur desde la playa.
Esta pequeña playa de ambiente íntimo destaca por sus hermosas vistas, la facilidad de baño para los niños y la gastronomía de los alrededores, con una buena selección de restaurantes, heladerías y bares. Un aparcamiento en las inmediaciones y una lanzadera de autobús que circula entre Begur, Sa Tuna, Sa Riera, Fornells y Aiguablava durante la temporada completan el paquete completo.
Importante: La mejor hora para visitarla es por la mañana, ya que debido a las rocas que la rodean, la playa está a la sombra por la tarde. Durante el fin de semana, muchos lugareños acuden a su playa favorita, por lo que puede abarrotarse rápidamente.
9. Platja de Llafranc (16 Min. en coche, 10,5km)
Platja de Llafranc está situada a unos 10 kilómetros al sur de Begur, en una pequeña bahía. La franja de playa de 500 metros de longitud y 30 metros de anchura está dominada por el puerto deportivo y pesquero, que ha sido renovado en los últimos años y también ha propiciado la mejora del encantador paseo marítimo “Passeig de Cipsela”.
La playa, de arena amarilla y tamaño medio, sólo es apta para el recreo de forma limitada debido al tráfico de embarcaciones, pero es variada y merece la pena verla. El pintoresco ambiente de la localidad costera de Llafranc y el bullicio del bulevar bordeado de pinos recuerdan sospechosamente a joyas familiares de la Costa Azul.
En la playa se pueden alquilar sombrillas y tumbonas. La zona de baño y natación está vallada con boyas de seguridad, y la playa está vigilada por socorristas durante toda la temporada. Aseos públicos, buenas duchas y alquiler de embarcaciones completan la experiencia de baño en esta playa.
10. Tamariu Beach (13 Min. Auto, 7,5 km)
En una pequeña y pintoresca bahía de herradura entre las Platjas Fonda y Llefranc se encuentra Tamariu, que comercializa su tramo de playa con gran confianza como “Playa”.
A pesar de la constante actividad constructora de los últimos 40 años, Tamariu ha sabido conservar su encanto especial. La interacción entre el idílico paisaje y el pequeño y hermoso paseo marítimo con terrazas y tiendas se complementa con las vistosas sombrillas de los visitantes, que añaden color y vida a este lugar.
La playa de Tamariu ofrece todas las comodidades que cabe esperar de una playa pública: Hay aseos y duchas en buen estado, un vigilante de la playa, árboles que dan sombra y una bolera. La diversión del baño en el agua cristalina se apoya en un trampolín y algunos acantilados para escalar. En las inmediaciones hay un sendero costero que lleva a los amantes del senderismo por muchos miradores interesantes.
Por desgracia, esta perla está especialmente concurrida los fines de semana y por las tardes, así que merece la pena visitarla temprano. Aparcar después de las 11 de la mañana se convierte en un reto, por lo que recomendamos una visita por la mañana, quizás terminando con una visita a los muchos y buenos restaurantes.
11. Platja d’Aro (26 Min. en coche, 26 km)
En una pequeña y pintoresca bahía de herradura entre las Platjas Fonda y Llefranc se encuentra Tamariu, que comercializa su tramo de playa con gran confianza como “Playa”.
A pesar de la constante actividad constructora de los últimos 40 años, Tamariu ha sabido conservar su encanto especial. La interacción entre el idílico paisaje y el pequeño y hermoso paseo marítimo con terrazas y tiendas se complementa con las vistosas sombrillas de los visitantes, que añaden color y vida a este lugar.
La playa de Tamariu ofrece todas las comodidades que cabe esperar de una playa pública: Hay aseos y duchas en buen estado, un vigilante de la playa, árboles que dan sombra y una bolera. La diversión del baño en el agua cristalina se apoya en un trampolín y algunos acantilados para escalar. En las inmediaciones hay un sendero costero que lleva a los amantes del senderismo por muchos miradores interesantes.
Por desgracia, esta perla está especialmente concurrida los fines de semana y por las tardes, así que merece la pena visitarla temprano. Aparcar después de las 11 de la mañana se convierte en un reto, por lo que recomendamos una visita por la mañana, quizás terminando con una visita a los muchos y buenos restaurantes.
Si algunas de las playas están demasiado concurridas por las tardes o los fines de semana durante la temporada alta, refrescarse en su propia piscina es una buena alternativa.
Nuestras Villas del Sol están perfectamente ubicadas y ofrecen todas las comodidades que necesita para disfrutar al máximo de sus vacaciones.